¿Cómo volver a tener motivación?

Hay varias técnicas y a cada uno le puede servir una distinta.

Algo interesante es por qué ya no nos motiva esa actividad. Queríamos realmente eso o lo hacíamos por el grupo social implicado o por el escape de otra cosa?

Para empezar, hay al menos 3 factores que influyen para hacer un cambio que puede ser… tener como rutina una actividad.

1.- La disconformidad con la situación actual

2.- El esfuerzo que tienes que hacer para cambiarlo

3.- Cuánto crees que lo vas a lograr.

Entonces uno se puede preguntar cuál de esas 3 tiene que meditar acerca de aumentar para que el cambio se haga sustentable.

  • Escribir los por qué

Otra alternativa es “tener una planilla o documento con todos los por qué” relacionados con cada actividad.

Ejemplo:

Quiero estudiar -> para recibirme antes de tal edad

Quiero adelgazar -> para no cambiar / o cambiar el talle antes de volver a comprarme ropa

Quiero poner limite al trabajo – Para estar más tiempo con mis hijos.

Y repasar esa lista periodicamente. Entonces podemos empezar cada dia “refrescando” o “actualizando” y poniendo foco en el por qué.

  • Regla de los 20 segundos

Hay 20 segundos que nos quitan las ganas de hacer cosa.

Ejemplo: Queremos ir al gimnasio… pero cuando llegamos cansados del trabajo tenemos que gastar tiempo armando el bolso para ir. Esos 20 segundos que pensamos eso son lo que nos hacen desistir.

Entonces… cuál es la técnica? Armar el bolso antes de ir a trabajar. Cuando llegamos el bolso armado es una invitación a hacer deporte. O puede ser la guitarra con la partitura que tenemos que practicar.

Lo mismo sucede cuando queremos evitar algo que sabemos que nos distrae de nuestra principal motivacion. Ejemplo: Nos distraemos mirando tv y despues se hizo tarde. Entonces podemos sacar las pilas del control remoto y ponerlas en otra habitación. Entonces esos 20 segundos de ir a buscar las pilas nos minimizarán el impulso de mirar TV

  • Timboxing o hacer de a poco.

A veces hay que tomarle el gusto. Si la actividad es salir a correr y corriamos 10k…. proponerse salir a correr 10 min. y correr solo 1K.

Cuando uno logra cosas se generan emociones positivas que nos dan fuerza extra para seguir. Cuando no logramos pasa lo contrario. Entonces en algunos casos es mejor establecer metas menos ambiciosas.

Ejemplo: Para llegar al examen tengo que leer 200 paginas por dia. Pero me planteo sólo estudiar 20 páginas. Entonces al finalizar las primeras 20 páginas, tendremos el sentido de logro que nos genere las fuerzas para plantearnos otra mesa. La suceción de experiencias exitosas nos generan una historia que nos da más confianza y hace más fácil empezar la siguiente.

Debe haber muchas más y a cada uno le sirve una distinta. Cada uno tiene su historia y su circunstancia.

Otra es no ser perfeccionista. Pensar en la esencia de por qué queremos tener esa motivación y no en como seria si todo eso saliera perfecto. Tambien evaluar el po qué (no necesariamente razonable sino emocional) queremos sentirnos motivados hacia eso.

Cuando la motivación tiene que ver con cosas que involucran a otras personas… como recuperar una amistad, la relación con los hijos, o mejorar la comunicación con la pareja….. segin sea el caso y no intentando forzar la libertad de nadie, esos cambios … si valen la pena.. pueden durar años. Entonces hay que asumir la responsabilidad (no la culpa) de que esas cosas cambiaron y qué acciones se necesitan para revertirlas… esperando los tiempos y las formas en la que los otros reaccionen a esas acciones. Y recordar que esas soluciones pueden tardar años…. que es mucho menos que para aquellos que no las solucionan en toda una vida… como primos, hermanos , o hijos…. que un día deciden dejar de hablarse y nunca más lo hacen.

Tambien otra opción es repasar por que tenias la motivacion antes. Era lo que realmente querias o era el medio para agradar a otra persona que no te dejaba expresar lo que querias? Tambien es un ejercicio tener claro qué es lo que realmente queremos y la falta de motivación puede ser una defensa para dejar de andar el camino por el que realmente no queremos andar.

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